El CVC otorga su Medalla de Honor a personas o grupos que se han significado por una actividad artística de alta calidad y sostenida a lo largo del tiempo.
Es un reconocimiento poco habitual, porque el Consell valora estas condiciones con rigor extremo. Pero no hubo dudas con L’Horta Teatre, una de las compañías valencianas dedicadas al teatro de trayectoria más larga, 50 años. Un hito nada fácil de conseguir por ninguna compañía artística privada y llena de méritos desde que nació en Castellar-l’Oliveral en 1974, con más de 50 producciones a la espalda, más de 3.500 representaciones y con sala propia desde 1995, la sala L’Horta.
La consejera Núria Vizcarro, encargada de la laudatio, ha hecho mención especial a la mirada larga de la compañía, coherente y llena de sentido, y sobre todo a la función de la sala L’Horta, en Castellar-l’Oliveral, como espacio donde conviven programación familiar y contemporánea, creación emergente y consolidada, capaz de crear nuevos públicos y nuevas voces plurales. Y también de resistencia cultural, como por ejemplo la respuesta del grupo a la DANA del 29 de octubre del año pasado reabriendo la sala al poco tiempo de la catástrofe, al considerar que el teatro es un bien de primera necesidad sobre todo en los momentos difíciles.
Alfred Picó, productor, actor y alma de la compañía, después de firmar en el Libro de Honor de la institución y de recibir la Medalla de manos de la consejera Dolors Pedrós y del presidente José María Lozano, se ha referido al espíritu de creación del grupo, muy propio de la gente de Castellar, basado en el humor y el trabajo, la constancia, el convencimiento y la generosidad, capaz de reinventarse en los momentos de crisis. Picó ha resaltado la apuesta por el valenciano desde el primer día y la voluntad de continuar utilizándolo al margen de los avatares de la política. En este sentido ha destacado el trabajo en defensa de la lengua de la AVL y del CVC.
El presidente José María Lozano ha agradecido la presencia de representantes de varias instituciones, entre otras Verònica Cantó, presidenta de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, Miquel Nadal, director general de Cultura de la Generalitat, Álvaro López-Jamar director general del IVC, Sol Verdeguer, alcaldesa pedánea de Castellar, Luis Miguel Romero, decano de la Real Acadèmia de Cultura Valenciana, o Joan Carles Carbonell, del Consell Jurídic Consultiu.



José María Lozano se ha referido a la espléndida tradición valenciana teatral desde el siglo XV con Francisco Agustín Tárrega, Cristóbal de Virués, Josep Bernat y Baldoví o Peris Celda, hasta nuestros días, en que ha citado una de las primeras producciones de L’Horta Teatre, La butaca mágica, basada en una obra de Chejov, y una de las últimas, El electo, de Ramon Madaula.
El presidente Lozano, al final de su parlamento, ha definido al CVC como la sede estatutaria y autónoma de la cultura valenciana, con la pretensión de consolidar una trayectoria sólida y brillando como la de L’Horta Teatre y la ambición de indicar una senda a seguir en el ejercicio de la cultura en valenciano.
El acto se ha cerrado con un generoso aplauso y las voces privilegiadas del grupo musical Bèrnia, que ha acompañado la celebración con unas cuantas canciones.







